lunes, 25 de mayo de 2015

Vivan las mujeres, líderes de nuestro pueblo

La rana Graciana


La rana Graciana
estaba encantada.
Tanto pedir votos
montada en su moto,
ganó la campaña
y salió alcaldesa
de toda la charca.

Los ranos saltaron,
las ranas croaron,
muy felices viven
tras tiempos de cambio.
Pues se organizaron
con mucha confianza
y con gesto amable
están en el agua.


Pero hace un año
y algunas semanas,
esa charca estaba
totalmente pringada.
Caliente, apestada,
fea, maloliente,
triste y repelente.

Nadie la cuidaba,
nadie la quería.
El agua estancada,
lo menos, podrida.
Así que votaron
y ganó Graciana,
muy fuerte, manzana,
redonda y muy sana.

Aquella mañana
de su primer día
se oyeron rumores:
“¡aquí no hay tutía!”
“A empezar ahora”,
decía Graciana.
“Haced bien las cosas”,
cantaba la rana.

Sin detenimiento
fue su nombramiento.
Graciana leyó
su discurso al viento
y así convocó
al grupo al completo:

“A limpiar la charca,
es cosa importante.
Y atraer mosquitos,
asunto imperante.
Formemos equipos
debajo del agua,
fuera, con el aire,
agitemos algas.

Y ahora os pido
máxima atención,
que aquí se oiga bien
mi  resolución:

Ya no habrá quien salga
y no hay quien se quede.

Ni ranas de día,
ni ranas de noche.

Ni ranos diurnos
o asuntos nocturnos.

Todas y todos
haremos lo mismo.

eso sí...,
por turnos.”

Y pasó el mal tiempo,
y pasó el invierno.
Los ranos y ranas
están fascinadas
porque este gobierno
¡es una gozada!

Tras tanto trabajo,
ya empiezan las fiestas.
Este año llegan
primas de la China,
batracias muy dulces
mas no mandarinas.

Traerán el té,
gusanos de seda,
abanicos pintados
con cerezas nuevas.

Y muchas noticias
de esta gran familia
que abarca comarcas,
países, aldeas,
zanjas, canalones,
y donde haya charcas.

Graciana y sus ranas
estaban manzanas.
Aunque mandarinas,
aunque capuchinas,
aunque peregrinas
eternas del agua.

Graciana y sus ranas
están de jarana
y sacan la lengua
y estiran las ancas
para dar el brinco
adentro del agua.

Que ahora está limpia,
cristal de la charca,
que ahora está sana,
porque la alcaldesa
es la gran Graciana.

¡Croac!